miércoles, 27 de octubre de 2010

Hace varios años como por estas fechas estaba viendo tele con mi jefe y yo estaba bien emocionado porque iban a pasar Gladiator, la estábamos viendo y no que la verga que los germanos y la legión y yo diciéndole a mi jefe mamadas historicas cuando le cambió a una película mexicana que pasan en día di muertos llamada Macario.

Como que ahora voy comprendiendo mas a mi jefe, ultimamente me dan ganas de ver películas de cine mexicano y aveces hasta música norteña escucho, me dan ganas de ir al campo y ese pedo, de pequeño pasaba mucho tiempo con él en el rancho donde trabajaba. Siempre al caminar por el monte me decía "fíjate por donde pisas" y yo me fijaba por donde pisaba, o cuando hablaba con otras personas me decia "no te metas a la conversación a la verga" y yo no me metía a la conversación a la verga y asi, bien obediente yo.

La secretaria del rancho estaba bien buena y los peones del rancho siempre me parecieron largos y grandes, todos me daban miedo, jugaban y bromeaban conmigo, era chido pues. Una vez llame a un peón por su apodo "chiva loca" y mi jefe me puteo nonono la verga con mi jefe uno no podía andar de lucidito.
Un chofer apodado el güero me decia que los hombres de verdad bebían gasolina, y que cuando yo fuera un hombre lo haría, lo pensaba muy imposible cuando tenia 4 años, ahora no tanto, yo creo si le daba un trago.
Aveces jugaba con una niña que ahí vivía, se llama Arizbeth, siempre se aprovechaba de mi, luego cuando teníamos como 15 años quería conmigo pero no mames estaba bien fea, pinchi güera de rancho toda jorobada nonono maaal pedo, cuando llegue a su casa pos empecé a saludar no y la verga " Ariiizbeth...ven a saludar a aquel que te enseño los colores" y pos ya todo chiveado yo, total que Arizbeth se la robo otro ranchero y ahora son felices o no sé.
Y y pos ahi andaba yo con mi jefe en su camioneta con un quetzalito pintado en la puerta con música ranchera los dos cantando y la verga bien felices cuando le dije que quería ser charro y nonono la verga mas contento no podía estar mi jefe, me inscribió en una escuela de charrería.
Pinche escuela, no mames no aprendí nada, recuerdo que un charro nos explico como ensillar un caballo pero como estaba bien morro namas iba yo a jugar y montar.Tampoco pude lazar nada.
Montar fue lo único que aprendí chido, yo ya tenia mi propio caballo, se llamaba SAtanás era alazán y tenia las patas blancas, lo reconocía siempre de lejos
Mi padre regalo al Satanás porque el caballo había aprendido a abrir las puertas del pesebre y los falsos y el muy cabrón se salia a la carretera y a mi me interesaban mas los dinosaurios que la charreria y valio verga todo.


Qué quieren, soy de rancho XD!

2 comentarios:

Unknown dijo...

Fíjate que últimamente me pasa lo mismo con las cumbias, antes ni vergas pa bailarlas y ahora hasta el chuntaro esta apenaltis.

Snatcher dijo...

entonces los peones eran "largos y grandes" y te la pasabas jugando a florear la riata?